lunes, 23 de noviembre de 2009

La maldición del cura

Una de las leyendas más famosas entre los engativeños es la de la maldición de Engativá. Algunas versiones la ubican en la época de la colonia y otros a principios del siglo XX. El protagonista de esta historia, según cuentan, fue un cura de apellido Chinchilla quien a raíz de fuertes enfrentamientos con un grupo de pobladores fue amarrado y golpeado. El cura maldijo la población y la condenó al abandono y al olvido. La maldición sería levantada hasta cuando un pontífice besara tierra engativeña, lo cual ocurrió el 22 de agosto de 1968, cuando el papa Pablo VI realizó su visita a Colombia. Al descender del avión en el aeropuerto El Dorado, besó la tierra tal como se acostumbra. Con este gesto papal, llegaba a su fin la maldición del padre Chinchilla.

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